jueves, 16 de septiembre de 2010

Configurá tu protector de pantalla para que aparezca más frecuéntemente

Te obligaste a hacerlo todos los días y de la nada te encontrás (de descubrir) haciendo zapping cerebral. Pla, pla, pla. Algún tema pasa volando y empieza a crecer como una bacteria al toque. Entra a poner huevitos, nacen, crecen y cada uno toma su camino. Esto se llama “irse por las ramas”. Seguís una y pone huevos. ¡Uh la puta! ¿Cuándo le voy a dar bola a las otras? ¿Valía la pena esta tanto como la otra? Mirá que si volvés a los hijos directos de la bacteria mayor te vas a perder algo que empezaba a ponerse bueno. Colapsa como una explosión de uvasal chocolatado que actúa efervescentemente y relaja como la nada.

Pero por algo no es cosa de todos los días. De algún lado despega una marquesina (como la de Windows (seguramente tenga algo que ver)). Imperativamente pide que muevas el Mouse. Si no ponés a funcionar la máquina las cosas van a ir mal. Que se quema el tubo, que se sobrecalienta, que para eso la apagues. Y por algo hay que estar siempre conectado con otras computadoras. Ahora, es verdad, lo dijo el corredor que tiene la posta, tu computadora sin Internet es un pisapapeles. Pero bueno. Cuando te canses de la bola de ruido a pulsos que te funde, cuando colapses, vas a ponerte en el papel del pisapapeles.

Pero ¿Cómo se margina a quien se quiere marginar?

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